miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL AMOR LIBERA, NO ENCARCELA


MATERIAL INÉDITO Extractado y editado de "El arte de ser humanos"
Daisaku Ikeda,1998

Para cualquier persona sana, es tan natural enamorarse como para las plantas florecer en primavera. Aunque todos somos libres de enamoramos o de sentirnos atraídos por alguien, y aunque es cierto que nadie tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos de los demás, no obstante me gustaría explicar cuán importante es no perder de vista el esfuerzo por nuestro desarrollo personal.

Por supuesto, en el amor no hay reglas, como no las hay en el matrimonio, y nadie tiene derecho a restringir a otro de ninguna manera. Pero da mucha pena ver a una mujer involucrada en relaciones frívolas, que le producen sufrimiento y angustia, cuando debería ser plenamente dichosa y feliz.

Mi maestro decía que cuando la mujer. entabla relaciones sentimentales partiendo de su propia dignidad, todos los problemas se resuelven. En cambio, cuando una mujer adopta una actitud facilista y toma el amor a la ligera, invariablemente termina lamentándose y sufriendo. Por supuesto, esto no sólo se aplica a las mujeres.

Para mí, el amor debería ser una fuerza que nos ayude a expandir nuestra vida, y que haga surgir nuestro potencial con nueva vitalidad. Pero, aunque esto es lo ideal, muy a menudo perdemos objetividad al enamorarnos. Hay preguntas que vale la pena hacernos: "¿Esta persona me inspira deseos de trabajar más y mejor, o me distrae de lo que tengo que hacer? ¿Su presencia me estimula a redoblar la dedicación a mis actividades, a ser una mejor persona? ¿O esta persona se ha convertido en el centro de mí vida y tiende a eclipsar todo lo otro?"

Sí están descuidando su misión en la vida, sí debido a una relación sentimental olvidan el propósito de su existencia como sujetos autónomos, mucho me temo que han tomado por el camino equivocado. En una relación sana, cada miembro de la pareja alienta al otro a lograr sus metas personales, y a la vez ambos comparten los mismos sueños y anhelos. Una relación de amor debe ser motivo de inspiración, vitalidad y esperanza.

En vez de construir una pareja cerrada, un mundo donde sólo hay lugar para dos, es mucho más sano que cada uno aprenda de las virtudes y cualidades del otro y mantenga el esfuerzo por mejorarse y desarrollarse a sí mismo.

Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito. escribe: "El amor no consiste en dos personas que se miran una a la otra, sino en dos personas que miran juntas en la misma dirección". Aun cuando alguien intente usar el amor como evasión, la euforia no durará mucho tiempo. Y el choque con la realidad sólo traerá dolores y tristezas. Dicho de otro modo, no hay como escaparse de uno mismo.

Cuando una mujer persiste en su propia debilidad interior, el sufrimiento la perseguirá dondequiera que vaya. Es duro de reconocer, pero ningún ser humano puede encontrar la felicidad si no empieza por cambiar interiormente. Al mismo tiempo, la felicidad no es algo que puedan darnos los demás; no es algo que el ser querido venga a otorgarnos.

Cada uno tiene que construirla por sus propios medios. Y la única manera de hacer es desarrollar nuestra personalidad y nuestros valores como seres humanos, dando máximo despliegue a nuestro potencial interior. El que, en nombre del amor, sacrifica su propio crecimiento y sus capacidades, jamás hallará una felicidad que le resulte convincente y satisfactoria.

Aún a riesgo de que mis palabras me hagan ver como un padre estricto, quiero decir algo en bien de las mujeres jóvenes que tienen tendencia a dejarse vulnerar por la seducción de la pareja.
Cuando esto sucede, la mujer exhibe un aturdimiento, una percepción distorsionada de las cosas, que la lleva a comportarse como sí hubiera perdido la facultad de tomar decisiones equilibradas y serenas.

Como generalmente son las mujeres las que salen más heridas, creo que tienen todo el derecho del mundo a revalorizar su dignidad y a buscar su bienestar en forma irrenunciable. Por esa razón, pienso que es fundamental que las mujeres jóvenes fortalezcan el respeto hacía sí mismas y adquieran una sólida fuerza interior.

Cuando una mujer busca aprobación en forma constante, no hace más que degradarse ante sí misma y ante los demás. Si, en el contexto de una relación sentimental, no se sienten tratadas como requiere su corazón, espero que actúen con coraje y dignidad: es mejor correr el riesgo de estar solas por un tiempo antes que aceptar una relación que las hará infelices.

El amor verdadero no vuelve dependientes a las personas. Sólo puede tener lugar entre dos seres humanos fuertes, seguros de su individualidad. Quien posee un corazón egoísta y una visión superficial de la vida sólo podrá construir relaciones superficiales. Si quieren experimentar el amor verdadero, no tienen por qué someterse a lo que el otro desea que hagan o fingir ser alguien que no son.

El amor ideal sólo es posible entre dos personas sinceras, maduras e independientes.........

La verdadera armonía yace dentro de cada mujer. No es algo que debamos esperar de los demás ni que podamos mandar a otros a hacer.
"La clave de la unión armoniosa yace en el espíritu de levantarse por propia decisión, sin depender de nada ni de nadie".

2 comentarios:

Myriam dijo...

OOOHHHHH SIIIIIIIIII!

Y el amor tambien es primavera!!!!

Dice el amado: "Levantate, amada mia,
hermosa mia y vente,
Porque, mira, ha pasado ya el invierno,
han cesado las lluvias y se han ido.
Aparecen las flores en la Tierra,
el tiempo de las canciones ha llegado,
se oye el arrullo de la tortola
en nuestra tierra.
Echa la higuera sus yemas,
y las vinias en cierne exhalan su fragancia.
Levantate , amada mia,
hermosa mia y vente!
(...)
_ la amada responde:
"mi amado es para mi y yo soy para mi amado" (...)
Extraido del "Cantar de los Cantares", Segundo Poema.

roxana dijo...

MYR: Que hermoso estado es estar enamorado!!!!
bello poema Gracias Beso